lunes, 8 de abril de 2013

La Música es Medicina

Un extenso análisis de 400 estudios científicos, postula a la música como una de las más grandes herramientas medicinales que tenemos; ojalá esto detone una nueva era médico-musical.

Javier Barros del Villar | Hace unos 2500 años, Platón advertía que “La música es una ley moral. Dota de alma al universo, de alas a la mente, permite a la imaginación volar, da encanto y alegría a todas las cosas, a la vida misma”. Pero entre las bondades que adjudica acertadamente a este arte, uno de los grandes iniciados de la antigua Grecia olvidó mencionar que también, como dice el viejo adagio, la música es medicina.

Recientemente se publicaron una serie de beneficios que la música aporta a nuestra mente, entre ellos mitigar la ansiedad y acentuar la alegría. Sin embargo, de acuerdo a un nuevo análisis de 400 reportes científicos anteriores, el cual realizaron psicólogos de la McGill University, en Canadá, parece que hoy tenemos argumentos contundentes para postular a la música como una efectiva herramienta de sanación.

Curiosamente, al menos desde que el hombre tuvo acceso a reproducir música con cierta autonomía, supongo que mediante el fonógrafo,  la música ha sido uno de los medicamentos que mayor auto-prescripción han inspirado. ¿Cuántos de nosotros no recurrimos cotidianamente a incentivar o matizar un estado anímico, para calmarnos o para excitarnos, dosificándonos con un cierto track para ello? Y si bien desde hace tiempo se emplean estímulos musicales dentro de contextos médicos, por ejemplo para favorecer la relajación o disminuir el dolor físico, lo cierto es que hasta ahora este era un recurso de algún modo ‘intuitivo’.

Las conclusiones obtenidas a partir de este extenso análisis fueron publicadas por Mona Lisa Chanda y Daniel Levitin, bajo el título The Neurochemistry of Music. Los autores lograron identificar cuatro áreas médicas en las que la música puede servir concretamente:

1. Recompensa, motivación y placer: por ejemplo, ayudar a tratar desórdenes alimenticios.

2. Estrés: reducir ansiedad.

3. Inmunidad: fortalecer nuestro sistema inmunológico

4. Afiliación social: facilitar la construcción de lazos afectivos y la cooperación.

Dichas áreas están conectadas con sus respectivos sistemas primarios neuroquímicos: dopamina y opiáceos, cortisol, serotonina y oxitocina.

Entre el acervo de estudios que determinaron diversas bondades neuromusicales, Chanda y Levitin reportan, por ejemplo, quince estudios que prueban que la música relajante reduce la presencia de cortisol (la hormona que produce el estrés) en las personas. También citan otra investigación que confirmó que participar en sesiones colectivas de percusiones revierte ciertos efectos del envejecimiento. Pero tal vez el más preciado ‘re-descubrimiento’, es un estudio donde se prueba que aquellos pacientes que escucharon música placentera previo a recibir una cirugía mostraron menores niveles de ansiedad incluso frente a aquellos pacientes a quienes se dosificó Valium en circunstancias similares.

Esto último sugiere la posibilidad de que la música se consolide como una herramienta terapéutica en sustitución de las decenas de fármacos que en la actualidad se consumen masivamente (anti-depresivos, ansiolíticos, etc), eludiendo así los efectos secundarios de estas sustancias y evitando que familias desembolsen sistemáticamente dinero para surfear el ánimo en esta era de la post-post modernidad.

Creo que el gran valor de este análisis que repasa cientos de estudios sobre la relación entre mente y música, es que no solo atrae nuevamente el reflector a las virtudes terapéuticas del ‘arte del sonido’, sino que realmente podría inaugurar una era de medicina musical, en la cual este instrumento se adopte no solo como complemento, sino como un elemento protagónico en distintas circunstancias y procesos médicos.

Independientemente de tus gustos musicales (supongo que la mejor es la que más te gusta), el punto es aprovechar, pragmáticamente, las virtudes de la música como herramienta de modulación anímica, ejercicio que ahora ha sido re-confirmado por la ciencia, y que en la práctica ha resultado siempre deliciosamente efectivo.

Metástasis


Actualmente, se reconocen 4 mecanismos principales en el fenómeno metastásico:
Micrometástasis: El alto índice de mutación de las células cancerígenas permite a las células desarrollar clones dentro de un tumor que tienen las características necesarias para desarrollar una metástasis.
Invasión: las células tumorales se fijan a la membrana basal y secretan enzimas proteolíticas que destruyen esta estructura. Las células tumorales escapan a través de la membrana debilitada einvaden los tejidos circundantes.
Migración / Embolización y extensión directa: las células cancerígenas se transportan a sitios distantes a través de la circulación general o del sistema linfático. En un segundo sitio, las células tumorales son atrapadas en los capilares (debido a su mayor tamaño y/o uniéndose a moléculas específicas en órganos o tejidos).
Establecimiento y crecimiento de tumores secundarios: luego, las células tumorales penetran en el endotelio, estimulando su contracción y exponiendo la matriz endotelial y si el nuevo microambiente es favorable se formará una nueva metástasis.

Psicosis Infantil



Las Redes Sociales


La Disminución de la Pobreza en la Región Latinoamericana, Karla Subero.



La pobreza es una de las manifestaciones más importantes de la desigualdad y ésta no se ha reducido tanto como se esperaba, pese a los esfuerzos realizados por los países de la región Latinoamericana. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el proceso de superación de la pobreza se encuentra estancado desde 1997. Entre los años 1999 y 2002 la tasa de pobreza sólo disminuyó 0,4 puntos porcentuales, pasando de 43,8% a 43,4%, mientras que la extrema pobreza creció en 0,3 puntos porcentuales, abarcando al 18,8% de la población regional (CEPAL, 2002-2003).
En septiembre del 2000, los Jefes de Estado y de Gobierno de 147 países y 42 ministros y jefes de delegación se reunieron en la Asamblea General de las Naciones Unidas para estructurar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que deberán ser cumplidos antes del año 2015[1]. En el primer objetivo se plantea la erradicación de la pobreza extrema, con la meta de reducir a la mitad el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a un dólar por día.
Actualmente, Brasil y Chile ya cumplieron con la meta de reducción de la pobreza extrema a la mitad, mientras que Costa Rica y México la alcanzarán si mantienen el mismo grado de avance registrado en estos años. Gracias a su alto crecimiento económico, Perú también está muy cerca de cumplir con el primer objetivo del milenio. Mientras que Argentina y Uruguay conforman casos especiales, pues, aunque el progreso ha sido insuficiente, el punto de partida de pobreza extrema era también muy bajo. Mientras que el panorama cambia totalmente cuando se analiza el desempeño de países de ingresos bajos como Haití, Nicaragua, Guatemala, Bolivia, El Salvador y Paraguay.
La desigualdad entre las zonas rurales y urbanas es también preocupante, especialmente porque en la zona rural confluyen otros factores de vulnerabilidad, como la mayor concentración de poblaciones originarias. En 1997 más de la mitad de los hogares rurales vivían en la pobreza y cerca de un tercio, en situación de extrema pobreza. La escasez de oportunidades y de servicios de todo tipo en la zona rural y los conflictos armados, en algunos países, han dado lugar a un creciente éxodo hacia las zonas urbanas. Esta población, por otra parte, suele asentarse en las zonas marginales y de mayor pobreza de las grandes ciudades, por lo que en la zona urbana también hay una grave situación de desigualdad.
La situación de pobreza está además estrechamente vinculada a colectivos que sufren otros tipos de discriminación, situándoles en una situación de extrema desigualdad. Los pueblos indígenas, los afro descendientes, los migrantes y otras víctimas de la discriminación tienen indicadores económicos y sociales inferiores al promedio de la población, en particular de educación, empleo, salud, vivienda, índice de mortalidad infantil y esperanza de vida.
En cuanto a las distintas regiones en desarrollo, el análisis “Indicadores de Desarrollo Mundial 2007”[2], destaca que, con 72 años, Latinoamérica es la que tiene una mayor esperanza de vida, y la menor tasa de mortalidad entre los niños menores de cinco años. El estudio ya citado recuerda también que América Latina es la región con el mayor Producto Nacional Bruto per cápita del mundo en desarrollo y, sin embargo, la que tuvo un menor crecimiento anual (un promedio del 0.8 por ciento) en el periodo 1995-2005. Esto evidencia un gran desbalance entre la generación y la distribución de las riquezas producidas.
Por lo demás, la región del este asiático y el Pacífico se coloca a la cabeza del mundo en desarrollo gracias a unas elevadas tasas de crecimiento que le han permitido reducir la pobreza más rápido que en ningún otro lugar. Esta región muestra también ventajas en educación, al haber alcanzado la escolarización universal primaria, así como la igualdad de género en el acceso a la educación primaria y secundaria.
El mundo avanza en su lucha contra la pobreza extrema, en la que, según el Banco Mundial, aún viven unos 985 millones de personas, que subsisten con menos de un dólar diario[3]. Un 8,6% de los latinoamericanos viven en la pobreza extrema, frente al 9% del este asiático o el 41,1%del África subsahariana.
La globalización ha creado un mundo más insolidario que nunca. Una vaca europea recibe cada día 4 dólares de subvención. Como dijo el director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet: “…En este mundo vale más ser una vaca europea que una persona pobre…”[4]. Este es un mundo escandalosamente desigual, y querer cambiarlo no es atacar molinos de viento, sino atacar las desigualdades que están construidas de tal manera que nosotros, con el esfuerzo colectivo, podemos modificarlas.
Para lograr un verdadero desarrollo hacia la erradicación de la pobreza en Latinoamérica, se deberá hacer un énfasis en la lucha contra la corrupción, el aumento de la transparencia en los gobiernos, la realización de mayores inversiones en educación y salud, la generación de empleos, construcción de viviendas económicas, el acceso a los servicios básicos y el control del crimen y la delincuencia.


Bibliografía


Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (2010) Disponible: http://www.eclac.org/
Naciones Unidas. (2012). Disponible: http://www.un.org/es/
Banco Mundial. (2012). Disponible: http://www.bancomundial.org/
Naciones Unidas. (2005). Objetivos de Desarrollo del Milenio: Una mirada desde América Latina y el Caribe. Santiago de Chile: Naciones Unidas.





[1] Naciones Unidas. (2005). Objetivos de Desarrollo del Milenio: Una mirada desde América Latina y el Caribe. Santiago de Chile: Naciones Unidas.
[2] Consume, E. (2007). La pobreza extrema en el mundo se redujo un 21% entre 1990 y 2004. Recuperado el  2 de febrero de 2013, de http://www.consumer.es/web/es/solidaridad/2007/04/16/161785.php
[3] Consume, E. (2007). La pobreza extrema en el mundo se redujo un 21% entre 1990 y 2004. Recuperado el  2 de febrero de 2013, de http://www.consumer.es/web/es/solidaridad/2007/04/16/161785.php
[4] García, K. (2010). ¿Qué está pasando en el mundo?. Recuperado el 3 de febrero de 2013, de http://www.rebelion.org/noticia.php?id=103709  

La Salud y el Estilo de Vida en República Dominicana, Karla Subero.


Este ensayo trata sobre como un estilo de vida inadecuado, como el que lleva la mayoría de la población dominicana, influye de manera decisiva en la salud de las personas.

Desde hace unos años, en el campo de la salud se le ha estado dando gran importancia a la prevención debido a razones de orden médico y económico, ya que, tanto para los Estados como para los pacientes, resulta mucho más fácil y barato mantenerse saludables siguiendo una serie de directrices trazadas por los organismos internacionales de salud que costear el tratamiento de una enfermedad que se pudo prevenir. Para establecer los mecanismos de prevención lo primero que hay que hacer es determinar los factores de riesgo y cómo influyen en las enfermedades. En ese sentido cabe preguntarse cuáles son los principales problemas de salud de la población de República Dominicana, qué relación existe entre las condiciones de vida y las principales causas de muerte de los dominicanos y si es posible reducir el número de fallecimientos por estas enfermedades si se logra cambiar el estilo de vida.
En epidemiología, el estilo de vida, hábito de vida o forma de vida es un conjunto de comportamientos o actitudes que desarrollan las personas, que a veces son saludables y otras veces son nocivas para la salud. Dentro de los factores epidemiológicos causante de enfermedad, se incluyen: el consumo de sustancias tóxicas: tabaco, alcohol y otras drogas; el ejercicio físico; sueño nocturno; estrés; dieta; higiene personal; manipulación de los alimentos; pasatiempos o aficiones; relaciones interpersonales; medio ambiente y el comportamiento sexual.
A nuestro juicio el estilo de vida de los dominicanos es desorganizado, con hábitos alimenticios poco saludables y con condiciones de alta pobreza y de higiene deficiente, factores todos que influyen de manera preponderante en el impacto de las enfermedades en la población.
Si tomamos el ejemplo de la alimentación, podemos observar que la misma está basada en altas cantidades de grasas saturadas, sal y condimentos, lo que se vincula directamente con las enfermedades del sistema circulatorio. Confirma esta teoría el hecho de que en el país el 35% de la población padece de hipertensión arterial, el 24.7% tiene altos niveles de colesterol y un 16% tiene glicemia alta, factores que inciden en los infartos y accidentes cerebro vasculares, que constituyen la principal causa de muerte en nuestro país.
En nuestro país, un 13.99% de las muertes masculinas y un 15.44% de los fallecimientos femeninos se debieron a infarto en 2010[1]. Este junto con otras enfermedades que afectan al sistema circulatorio están ligadas a factores como el sobrepeso y la obesidad, que representan el principal factor de riesgo entre los dominicanos, ya que según los resultados preliminares de la investigación sobre los Factores de Riesgo Cardiovascular y del Síndrome Metabólico (EFRICARD II) que se realizó en el país, un 69% de la población tiene sobrepeso, y un 29% es obesa;  entre otros como la diabetes, el uso de tabaco, el estrés, el alcoholismo y el sedentarismo.
También podemos citar las condiciones de insalubridad, la falta de agua potable y el hacinamiento como causas de uno de los principales problemas de salud pública: el dengue. Durante  el año 2010 se registraron 10,968 casos con 44 defunciones[2]. El Ministro de Salud, Bautista Rojas (2009), reiteró que "sin la ayuda de la población y de los ayuntamientos resulta imposible controlar el brote".  Entendemos que además es necesario solucionar el problema de suministro de agua potable regular a nuestras comunidades y barrios para que no tengan la necesidad de acumular agua en envases. La campaña educativa debe ser permanente y a tiempo completo, empezando por las escuelas, iglesias, clubes, etc.
Los hábitos sexuales tales como inicio a temprana edad de la vida sexual unido con los prejuicios machistas que se resisten al uso de los preservativos, son las principales causas de que en nuestro país el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) afecte actualmente a más de 48,000 personas, de las cuales los jóvenes de 15 a 24 años constituyen el 18% de los casos. Los hombres continúan siendo los más afectados, con un 64%; en tanto, las mujeres representan un 35%. Actualmente, el 74.8% de los casos ocurren en individuos heterosexuales, tendiendo a concentrarse en las poblaciones más empobrecidas. Para hacer frente a este mal se hace necesaria una campaña amplia y profunda de concientización en los grupos de mayor riesgo: jóvenes, prostitutas y personas sexualmente activas. Se trata de vencer lo que es la idea del machismo, tan arraigada en las zonas rurales y entre la clase pobre. Masificar el uso del condón en las relaciones sexuales y retrasar el inicio de la actividad sexual en los jóvenes.
Otro aspecto a considerar es la proliferación de asentamientos urbanos en zonas vulnerables, especialmente a orillas de ríos y cañadas. Estas poblaciones tienen un alto impacto en la contaminación de las aguas debido a que arrojan desechos sólidos y materia fecal a las corrientes acuíferas, lo que desencadena a su vez epidemias de diarrea, vómitos, cólera y otras enfermedades gastro-intestinales, que afectan principalmente a los niños y envejecientes Una buena campaña publicitaria sobre las medidas de higiene en la preparación de los alimentos de los niños no será suficientes si no se resuelven los problemas básicos que acompañan la pobreza (falta de vivienda digna, agua potable, etc.).
La contaminación del medio ambiente, sin dudas, constituye la principal causa de la alta tasa de enfermedades respiratorias (gripe o influenza, bronquitis, neumonía, laringitis, faringitis y sinusitis), que constituyen el 65% de las causas de visita a los médicos. Se necesita que el Estado resuelva de una vez y por todas, el problema de la recolección de desechos sólidos y un adecuado manejo de los vertederos, así como implementar medidas regulatorias para los vehículos en malas condiciones que transitan por nuestras calles y que constituyen focos contaminantes de primer orden. Será necesario también plantearse la necesidad de reubicar industrias que han quedado encapsuladas dentro del casco urbano y cuya actividad es altamente contaminante (como empresas metalúrgicas, productoras de bebidas alcohólicas, cementeras, fabricantes de detergentes, etc.), asimismo la ciudadanía deberá aprender el correcto manejo de los desechos y no arrojar basura a las vías públicas ni en las inmediaciones asentamientos urbanos.
Todas las enfermedades ya mencionadas, tienen sus causas en todos o algunos de los siguientes factores ya mencionados, que conforman los hábitos de un estilo de vida desorganizado y poco saludable. Por tanto es recomendable que se inicie una campaña de promoción y prevención para evitar el contagio y propagación de todas estas enfermedades, así como promover un estilo de vida sano, una alimentación balanceada, entre toda la población. El aumento de estas enfermedades con el paso de los años es una prueba contundente de la relación que existe entre el estilo de vida y las enfermedades que constituyen las principales causas de muerte entre los dominicanos. Tal y como lo dice el autor Roy Porter en su obra Breve Historia de la Medicina[3] “Las epidemias brotan con las sociedades; la enfermedad ha sido, y seguirá siendo, un producto social no menos importante que la medicina que la combate”-




Bibliografía


Gran Enciclopedia Espasa. (2005). Colombia: Espasa Calpe, S.A.
Porter, Roy. (2004). Breve Historia de la Medicina. México: Santilla Ediciones Generales.
Oficina Nacional Estadística. (2012). Disponible: http://www.one.gob.do/index.php
Ministerio de Salud Pública. (2012). Disponible: http://salud.gob.do/   


[1] Ramírez Mac-Lean, M. (2012). Las Dominicanas Mueren del Corazón. Recuperado el 3 de noviembre de 2012, de http://www.diariolibre.com/destacada/2012/01/30/i322023_las-dominicanas-mueren-del-corazon.html

[2] Batista, L. (2011). Las Enfermedades del Corazón son las que Provocan más muertes. Recuperado el 27 de octubre de 2012, de http://www.diariolibre.com/noticias/2011/10/31/i311099_las-enfermedades-del-corazon-son-las-que-provocan-mas-muertes.html
[3]Porter, R. (2004). Breve Historia de la Medicina. Las personas, la enfermedad y la atención sanitaria. México: Santillana Ediciones Generales.